¿Perdida en el bosque? [Libre]

Habían pasado unas cuantas horas desde que había partido de los del chico extraño, Inugami. Me había ido hasta mi casa, y luego de cambiarme descanzar y demás volví a partir. ¿Por qué? ¿No necesitaba dormir? Supongo que no. No tenia sueño y por más que había encendido la televisión recostada en la cama no podia parar de pensar en los sucesos de la noche, ya estaba convencida de que todo eso no había sido un sueño... la sangre tampoco.
En fin, no tenia demasiado animo para ver a nada ni a nadie, y sin pensarmelo demasiado partí hacia el bosque del que había oido, no demasiado lejando pero bastante como para no escuchar los ruidos de la ciudad.
Habían algunos mapas en un espacio turistico que me habia cruzado no muy lejos, y decian algo de excursiones, pero preferia ir sola, completamente sola, sin molestia alguna. Así fue como me sumergí entre los arboles, para al cabo de un rato terminar perdida pero a la vez relajada, ya no había más ruidos que los de la naturaleza y el hecho de tener que volver a la ciudad no me preocupaba, podía morir allí. Me senté bajo la sombra de un arbol y cerré los ojos, escuchando tan solo los sonidos.

El aullido de un lobo se podía escuchar a la distancia, cada cierto tiempo se escuchaban procedentes de lugares diferentes, bastante alejados de si, quizás eran varios lobos, o varias manadas de los mismos, el caso era que se escuchaban en locaciones diferentes. es curioso encontrarte en un lugar así comento aquella voz, que aquella chica seguramente no podría olvidar, después de todo solo habían pasado algunas horas desde que se vieron por última ves.

Se escucharon aullidos durante un tiempo indefinido para mí, aullidos que de alguna forma no me incomodaban en lo más mínimo. Tal vez otro habría corrido al escuchar cualquier ruido proveniente de algún animal, o muchos, ya que uno no sabe a que peligros puede enfrentarse solo en un bosque, pero yo no era otro, era YO, y ese no era mi estilo.
Me mantuve relajada como antes, ni siquiera pestañé o abrí los ojos, no me importaba que se me acercara, o quien, hasta que oí una voz completamente familiar, a pesar de haberla escuchado pocas veces, la vos del mismo chico de hacia un rato, Inugami.

- Umh, para mí es natural venir a sitios así - respondí sin abrir los ojos por unos instantes, para luego hacerlo saliendo de mis fantasias.

entiendo...supongo que prefieres estar en medio de un bosque a permanecer rodeada de los tuyos en medio de esas concurridas ciudades Inugami fue lentamente sentándose a su lado, su actitud durante ese momento era diferente a la mostrada durante la noche, quizás era el ambiente.

Dos cosas me llamaron la atención en ese momento, una nueva y otra que ya había notado. Principalmente continuaba hablando como antes, "los tuyos", como si fuera algo o alguien completamente diferente a él, y supongo que lo era. Segundo pues, se sentó a mi lado. Eso si era extraño, además del hecho de que había hablado, algo que pocas veces lo había visto hacer en la noche. ¿Acaso el dia lo ponia de mejor humor? ¿O era el hecho de que allí habia menos de "los mios"? Y, ¿a que se referia exactamente con "los tuyos"? Para mí se referia a los humanos, siempre los nombraba como otra cosa, pero no estaba del todo segura.

- Sí, este es un ambiente mucho más agradable y tranquilo - respondí haciendo aquellas preguntas de mi mente indiferentes en ese momento - ¿Y tu que haces aquí?

hago un reconocimiento del bosque, llevo algunos meses en la ciudad, pero el bosque no lo había visitado aun llevo su mano a su cabellera desordenada, a pesar de haber dormido un poco, el sillón en su cuarto no era muy cómodo para dormir durante mucho tiempo y terminaba dejando su apariencia desordenada, por lo que son su mano comenzaba a peinarse aun cuando la brisa le jugaba en contra.

- Si recorres el bosque una vez, ¿Puedes aprendertelo de memoria? - pregunté con curiosidad. Yo ya sabía que no lo podia lograr, después de algunos cuantos intentos fallidos en un bosque que recorria de pequeña, y por más que uno puede aprenderse distintas caracteristicas de diferentes partes, como algún arbol con alguna forma, un camino, etc. a mi siempre me había costado ubicarme bien en lugares así, y se me hacia facil perderme, pero por otra parte perderme nunca me había resultado un inconveniente en mi vida, por lo que eso me daba igual.

Inguami comenzó a pensar un poco, aquellas formas en que recorría los bosques y lograba recordar muy bien las rutas de escape, las rutas para llegar más rápido a determinados lugares o territorios al igual que las rutas que conducirían a zonas de caza excelentes. para este momento si, ya me es fácil memorizar todo un mapa en mi mente, usando algunos factores de la naturaleza

- Umh... eso debe ser genial - comenté. No sabía si para el lo era, mucho comentarios así llegaban a ofender a personas que creian que lo que tenian no era bueno, pero para mí tener esa habilidad era realmente genial. La sola idea de poder hacerlo era excelente, si yo pudiera aprenderme los lugares de esa forma habria partido de mi casa muchos años antes, probablemente habría pasado una vida más ¿agradable? Pero en fín, el pasado no puedo cambiarlo.

quizás para ti, para mi es solo algo que necesito para sobrevivir, prácticamente fue grabado en mis genes de un momento a otro este se acostó en el suelo, realmente no le importaba si su ropa se ensuciaba, después de todo podría lavarla luego, solo deseaba poder disfrutar del ambiente y de aquel lugar que pocas veces logró disfrutar en su vida.

¿Cuales eran sus genes? Demonios! No iba a averiguarlo nunca. Creo que ya ni era bueno admitir el hecho de que yo era realmente curiosa. En una epoca creia que tal vez al estar conciente de que no debia meterme en temas ajenos y dejar que mi curiosidad me llevara más allá de lo debido estaria bien, pero ya no me convencia, debia dejar de tratar de averiguar lo que no iba a saber, debia cortar mi interes.
Observé la copa del arbol de una forma tranquila, como si buscara algo, aunque ni yo sabia que.

mientras la chica miraba sobre su hombro la naturaleza, de un momento inesperado se escucho el jadeo leve de un... ¿perro? no, junto a ella se encontraba un lobo, de pelaje gris plata y algunas zonas azulado, permanecía boca arriba, parecía estar rascando su espalda, su lengua colgaba a un lado de su hocico, parecía estar disfrutando la sensación que le producía la tierra en su piel, luego de terminar se quedo acostado en sus cuatro patas observando a la chica, con aquellos ojos tan profundos y azules.

Me quedé inmovil por unos instantes, sorprendida. ¿De donde rayos habia salido aquel... lobo? Sí, un lobo. Parecia estar tranquilo, como si nada, pero era obvio que se habia percatado de mi prescencia, y yo de la suya... ¿Pero de donde había salido?! Si no estaba allí antes. ¿Me iba? No, ni que quisiera huir, queria saber de donde había aparecido el lobo. Además, huir iba a ser aburrido, era mejor si me quedaba a observarlo.

Realmente era bellismo, sus ojos parecian diferentes a los de cualquier animal que había visto, y su pelaje también. No dije nada, me quedé callada y quieta en donde estaba.

el lobo abrió levemente su hocico para dejar escapar su lengua, jadeando tranquilo, sin mostrarse alterado por la presencia de la chica, tan solo paseaba su mirada por todos lados terminando en ella nuevamente, ladeo su cabeza un poco mientras la detallaba.

¿hermosa cierto? comento Inugami, ahora se encontraba detrás de la chica, al igual que ella observaba lo que ahora él afirmaba ser una loba. la cual mostró cierto interés al ser consciente de la presencia del chico.

Al escuchar su comentario no pude evitar voltear a ver donde estaba, pero luego llevé mi mirada hacia la loba, según el había dicho que era - Si - respondí aun observando con detenimiento y curiosidad su bello pelaje y sus llamativos ojos, realmente era sorprendente que una criatura así pueda existir en el mundo - ¿De donde salió? - pregunté insegura sobre si el tenia idea de la respuesta o no.

del bosque por supuesto, es su lugar comento este pasando a un lado de la chica acercándose un poco a la loba para acariciar su pelaje.

Oh, pués claro, que maldita respuesta obvia. Observé como se acercaba, fue en eso que recordé la cantidad de libros de lobos que tenia en su departamento... aparentemente le gustaban mucho, más de lo que había imaginado - Es realmente bella - comenté.

ciertamente lo es comento este. tócala le recomendó, tomándole su mano suavemente guiándola hacia el peludo animal.

Lo dudé por unos instantes, no por que la idea de tocarla no me facinara, sino porque no esperaba que un animal tuviera una buena reacción a mi tacto, pero que más daba, tenia la oportunidad de tocar a un lobo!

- E...esta bien - acepté acercandome con un poco de tranquilidad y nervios a la vez, mientras suavemente llevaba mi mano hacia el pelaje del animal. La acaricié suavemente, su piel era tan hermosa como parecia a simple vista, era algo realmente increible de ver, algo que nunca creí que fuera a sucederme. Aún así un poco de nervios tenia, no por miedo de que me lastime, aunque no lo aparentaba, si no más bien por el rechazo que creia que me daría, aunque tal vez con probar no perdia mucho...

Yo asentí mientras aún acariciaba el pelaje de la loba. Era tan suave, no podia ni compararlo con el de un perro o cualquier otro animal. ¿Me gustaban los lobos? Umh, antes de eso no lo sé, siempre me habian resultado animales realmente interesantes de observar, no podia adivinar lo que pensaban o porque actuaban como actuaban, pero nunca había decidido que iba a conocer uno cueste lo que cueste, o me había hecho realmente fanatica... nunca me había hecho fanática de ningún animal, sin contar conejos de la infancia, que yo recuerde. De cualquier forma desde ese momento me dí cuenta que tal vez no eran como pensaba. Tal vez mi abuela tenia razón con muchas cosas que me había dicho de pequeña, tal vez los animales no eran lo que me habían enseñado, aunque claro, ¿como saberlo? Si te crian con ideas fijas, sin siquiera un pequeño espacio para que tus propias ideas se crucen, ¿como creer que existe algo más? No, es la única posibilidad que te dan, ni siquiera te enseñan a pensar que puedes creer en otra cosa... pero en fin, la loba no me había hecho daño, aún, y creo que era el dia más feliz de mi vida en bastante tiempo.

Inugami inesperadamente se acosto en el suelo, apoyando su cabeza en las piernas de la chica, mientras la loba hacia lo mismo, arrastrandose un poco para acerarse a la chica y apoyar su cabeza en sus piernas, casí como un perro que pide algo de cariño, la loba lamia un poco las puntiagudas horejas del chico, parecidas a las de un elfo, pero más pequeñas, justo del tamaño del de una persona normal. me haces cosquillas... basta este interpuso su mano ente la lengua de la loba y él.

Observaba sorprendida como la loba lo trataba, era practicamente como una mascota, y más aún el comportamiento de él. La noche anterior había sido completamente frio y distante, y verlo así... pues, parecia bastante cariñoso con la loba, era una imagen tierna y extraña para mí.

- Ja, que divina... - comenté mientras sin poder evitarlo una sonrisa se formaba en mi rostro y me agachaba un poco, quedando bastante cerca de ambos dos.

puedes intentarlo tu también comento este mientras giraba su mirada a la loba, era como si le hablara con la mirada, durante esos pocos segundo que se observaron mutuamente, la loba parecía entenderlo por lo que se levanto y abalanzo sobre la chica para lamer su cara en forma juguetona.

Fue demasiado rápido que no llegué a comprender sus miradas, aunque si hubiera sido lento tampoco las habria comprendido, que la loba ya se abalanzaba sobre mí. Era divertido, no me molestaba que me lamiera, era realmente bonita. Con delicadeza la acariciaba mientras la observaba de forma divertida - Eres muy bonita - le comenté a la loba mientras tiernamente seguia acariciandola.