[departamento] Akira Inugami House's

Creo que ya me había pasado, pero en fín, que más daba. Lo seguí hasta su hogar, y por más que ya era un momento en el que me sentia incomoda siendo tan pesada no iba a rendirme aunque no tenia un motivo claro de porque lo hacia.

- ¿Entonces vas a decirme quien eres? - pregunté sin dejar de observarlo y seguirlo a donde fuera, cada vez se me hacia más misterioso, interesante.

Lo seguí, aunque ya en la entrada me detuve un poco. ¿Que estaba haciendo yo ahí? Esa pregunta me mataba. Realmente era el mejor momento para partir, probablemente cruzaria con algún taxi, pediria que me lleve a mi dirección, llegaria a mi departamento, me recostaria en mi cama y dormiria como nunca para despertar segura de que todo había sido un sueño. Eso si me iba, pero como ya venia haciendo desde antes continué, e ingresé a su departamento. Allí me quedé callada, observé como se fue a un lugar que, aparentemente me habia parecido el baño. Me quedé quieta, parada, inmovil, a un costado de la puerta aún razonando el hecho de que no debia estar ahí, pero con el extraño impulso de quedarme.

- Esta noche he sobrepasado mi estupidez... - murmuré en voz alta para mi misma, de cualquier forma estaba segura de que desde donde estaba no podria escucharme.

- Supongo que se esta bañando - pensé - Ya, de veras tendria que irme. ¿Por qué no me voy? - continué pensando mientras me acercaba nuevamente a la puerta, dispuesta a salir. Me mantuve unos momentos así, lista para marcharme, hasta que retrocedí y volví a mi lugar de antes. Estaba decidida a averiguar quien era y como había hecho eso, aunque me volviera realmente pesada si aún no lo estaba, y cada vez más me decidia a quedarme.

Me estaba pasando de confianzuda, ¡aún no sabia quien era! Pero... ¿que importaba quien era? Es decir, ¿tan importante es la identidad de alguien? Lo había seguido todo el tiempo porque queria saber como habia hecho aquello y quien era, aunque en ese momento ya no me interesaba insistir con lo que no iba a decirme, ¿aunque que más iba a hacer allí? De cualquier manera ya no estaba segura ni de donde estaba en ese momento, por lo que sin decir mucho me dirigí al baño, ignorando el hecho de que era una desconocida en la casa de un desconocido que acababa de presenciar la muerte de muchas personas y habia seguido al asesino a su casa y planeaba darse un baño... Ok, suena extraño, pero no lo razoné, tan solo lo hice.

- ¿Tienes toallas en el baño? - pregunté antes de cerrar la puerta.

Ingresé al baño, tomé una toalla y luego de dejarla cerca de mi alcanze para cuando saliera me quité la ropa e ingresé a la ducha. El agua era relajante, y unas pequeñas manchas de sangre que me habian tocado se borraban poco a poco. Tenia realmente muchas preguntas, pero a la vez ninguna.
El baño no duró demasiado, pero fue lo suficiente como para tener un poco de tiempo para pensar, y aún seguir indecisa. Me coloqué bien la toalla y abrí un poco la puerta para que el vapor no me asfixiara, mientras recogia mi ropa del suelo y secaba un poco todo.

- Porque eres la persona más interesante que conocí y conoceré en mi estupida vida - respondí con tranquilidad mientras salia al pasillo, de donde podia observarlo, aún con mi toalla un poco húmeda - Realmente no pareces una persona estupida y eso no es tan común de ver - comenté nuevamente, sin esperar respuesta alguna, aunque este comentario no creí que fuera necesario decirlo. Siceramente, ¿tenia algún caso seguirlo? No, ya no tenia ni idea de porque lo hacia, y me lo había cuestionado desde que había cruzado su puerta, estaba pasando el límite y en cualquier momento terminaria por sacarme a patadas de allí...

- Gracias - murmuré a un tono en el que probablemente llegaba a oir, para luego dirigirme a lo que yo consideraba que era la habitación. Al ingresar noté que no estaba equivocada. Recogí la ropa que estaba a mi alcance, conciderando que era para mí, y algo dudosa me la coloqué examinandola bien. Me quedaba un poco grande, pero dentro de todo no demasiado así que no tuve mucho problema. Permanecí allí unos minutos más, observando la habitación, y no buscando algo, más bien fijando mi vista en algún lado y perdiendome en mis pensamientos, para luego volver a la realidad y percatarme que ya era hora de salir.

Salí de la habitación y comencé a buscar su ubicación con la mirada, hasta que lo encontré. Me dirigí hacia donde estaba, e inmediatamente noté que era una cocina, o un lugar con aspecto completamente similar. Me acerqué un poco callada, pero luego de pensarmelo por unos segundos hablé, poco.

- ¿Me dirás tu nombre? - pregunté. No iba a decirme quien era pero un nombre era un nombre, tan solo algo por lo que los demás te llamaban, no era una compleeeeta identidad... supongo. En fin, si iba a llamarlo "chico con nombre secreto" iba a ser un tanto extraño, creo, aunque no tan extraño como todos los sucesos que iban en la noche.

- Ok, yo soy Kaiya - contesté aunque no me daba la impresión de que eso fuese a interesarle o servirle algún dia, ni siquiera estaba segura de si me prestaba atención.
Entonces decidí preguntarlo. Había notado, mientras el se daba un baño, que tenia una gran cantidad de libros sobre lobos, ¿que acaso le gustaban mucho o había algo más? Pues era extraño en sí, todo, desde como había matado... bueno, eso lo intentaba olvidar un poco por el momento, a pesar de la obscuridad de la noche las imagenes no eran de lo más agradable, pero en fin, lo que hice fue preguntarle un poco sobre eso.

- ¿Te gustan los lobos? - fue lo único.

- E...esta bien, gracias - dije con un tono tranquilo aunque la situación se me hacia un poco incomoda, de verdad sabia que no era correcto molestar de esa forma allí, pero por algún motivo insistia en quedarme. Tomé el vaso por unos momentos y bebí algo de jugo, hacia unas cuantas horas que no lo hacia y tenía bastante sed en ese momento - ¿Hace mucho que vives en esta ciudad? - pregunté con algo de curiosidad, no se porque.

- Umh... - murmuré observando el techo. ¿Que hacia? Bah, ya era momento de irme. No había motivo para quedarme allí, ya me había vuelto realmente pesada y no tenía ni la más mínima idea del horario, por más que sueño yo no tenía. De cualquier forma me daba la impresión de que yo realmente era un estorbo en aquel lugar, y podía asegurarlo, por lo que dejé nuevamente el vaso en la mesa y voltié para dirijirme al baño, donde había dejado mis ropas... Era mejor cambiarme y partir.

- Iré a cambiarme.. - comenté aunque no creí que le importara mucho.

esta bien luego que ella saliera Inugami se levanto de su lugar para sentarse en la mesa, observando por la ventana junto a la mesa, observando los edificios, algunos con pocas luces encendidas resplandeciendo a través de las ventanas, ya casi era de día, el amanecer se encontraba cercano a su aparición.

Llegué al baño y rapidamente me quité la ropa que me había prestado, me coloqué la mia y luego de arreglarme medianamente bien para salir a la calle, algo que no me tomó más de unos minutos, salí. Algunas partes de mi campera estaban aún un poco mojadas, había lavado las manchas para no parecer recién salida del hospital, pero no se había secado del todo.

- Que mierda... - murmuré para mi misma observando que mojaban un poco mi camiseta, aunque si no tardaba mucho en llegar a casa no pasaria nada, después de todo era solo agua, nada más.

Me acerqué hacia donde estaba él y lo observé por unos instantes - Bueno pss, lamento haber sido una molestia. Ya me marcho... - luego de decir aquello comencé a dirigirme hacia la puerta con seguridad.